Benitúa Iriarte: un paciente agradecido.
Francisco Benitúa Iriarte estaba en Roma en la época de la invasión austríaca y, tuvo noticias de una nueva medicina llamada homeopatía que despertó su interés al punto de que decidió ir hasta Cöthen para conocer a su creador, el Dr. Hahnemann y solicitar que le tratara dado su delicado estado de salud. Le acompañaba su amigo Andrés Villalba que, posteriormente fue nombrado embajador de España en Nápoles y también manifestó un gran interés por la homeopatía ya que tradujo y publicó la “Carta a los médicos franceses” de Sebastian Desguidi.
Benitúa Iriarte empezó su tratamiento homeopático con Hahnemann y siguiendo sus consejos se fue a Lyon para continuarlo bajo el cuidado de Desguidi. Como reconocimiento a este último le donó 12.000 francos destinados al tratamiento gratuito de enfermos afectados por el cólera, la enfermedad que fue el gran azote del siglo XIX en Europa.
El agradecimiento de Benitúa Iriarte hacia la homeopatía lo expresó también en su interés por difundirla y dedicarse a su propagación. Para ello compró un gran número de ejemplares de “Enfermedades Crónicas” de Hahemann y de la “Carta” de Desguidi, con la intención de distribuirlas ambas entre los médicos españoles más notables de la época.
Benitúa Iriarte promovió la primera publicación periódica sobre homeopatía “Archivos homeopáticos”, una traducción de “Archives de la Médicine Homoeopathique” publicados en París bajo la dirección de J.L Jourdan.
Entonces como ahora, debemos tener en cuenta que la mejor propagación de nuestra medicina es el agradecimiento de nuestros pacientes. Los éxitos de la homeopatía curando las dolencias que la medicina oficial no puede curar, son el verdadero aval de nuestro trabajo. Los pacientes agradecidos son quienes mejor pueden defender la homeopatía y darla a conocer.
Autora: Dra. Inmaculada González-Carbajal García.
Publicado en Facebook el 6 de diciembre de 2015 : https://goo.gl/eF18Al