Hablando de una forma general, está indicado para cualquier enfermedad y en cualquier época de la vida, incluyendo embarazadas, niños (incluso para recién nacidos) y ancianos.
Cualquier persona y cualquier enfermedad, tanto aguda (gripes, bronquitis, amigdalitis, faringitis, artritis, gastroenteritis, etc.) como crónica (alergias, asma, rinitis, jaquecas, reumatismo, gastritis, ulceras, estreñimiento, trastornos de la menstruación, etc.), pueden ser tratadas con este método terapéutico, beneficiándose de él, en mayor o menor grado, dependiendo de factores genéticos (hereditarios), ambientales (ritmo de vida, higiene y nutrición), la gravedad y evolución del caso, etc., pero
consiguiéndose en la gran mayoría de los casos, al menos, un alivio importante de los padecimientos, mejorando habitualmente la calidad de vida de la persona.
Existen varias enfermedades para que los estudios científicos actuales demuestran una especial eficacia del tratamiento homeopático, estas son:
- Las alergias en general, dermatitis, rinitis y asma, reduciendo en poco tiempo la intensidad, duración y frecuencia de las crisis.
- Las rinitis estacionales de la primavera.
- Algunos reumatismos inflamatorios crónicos.
- Fibromialgia.
- Diarrea infantil.
- Colon irritable.
- TDAH.
- Migrañas, etc.
¿Si quiero tratarme con Homeopatía a quién debo acudir, quién debe prescribir el tratamiento homeopático?
Como todo método de tratamiento médico, la garantía de su eficacia va a depender, en gran medida, de la realización de un buen
diagnóstico, una adecuada
evaluación pronóstica, la elección del medicamento más adecuado a la persona y el
control posterior de la evolución. El único profesional que está preparado por sus estudios para todo ello es el médico, ninguna otra carrera da la formación que se requiere para ello.
Por lo tanto, para prescribir un tratamiento homeopático hay que estar perfectamente preparado, no solamente en Homeopatía, sino como MÉDICO.
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